Liderazgo Militar
miércoles, 8 de enero de 2014
martes, 7 de enero de 2014
Comisiones y mafias
Estuardo Zapeta
Una
de las primeras discusiones en el Noticiero “A Las 8:45” de Canal Antigua
acerca del sistemita este de “comisiones de postulación” y el rol de los
Colegios Profesionales, Rectores, y Decanos, me pareció no sólo muy
inteligente, sino hasta una denuncia de como ese método de meter a “Raymundo y
todo el mundo” en la (s)elección de Magistrados, Fiscal General, Contralor
General de Cuentas, etc., es realmente una puerta, portón diría yo, a otro tipo
de corrupción, de chantajes, y de grupos de interés, mafias, élites, y grupos
de presión, que vieron que la fórmula para “meter” a los suyos era por medio
del control y designación de quienes “deciden” por los “elegidos” de esos
grupos.
Es
un problema de diseño.
Con
base en el argumento que los “partidos políticos” estaban muy “corrompidos” e
infiltrados por “intereses oscuros y fácticos”, se recurrió a la virginidad, a
la blancura, a la “transparencia” de los Colegios profesionales, Universidades,
y Facultades, para que fuesen ellos, en su angelical devenir, quienes eligiesen
a los cabezones del aparato estatal.
Pero
ahí está que la niña presuntamente “virgen” salió más puta que los partidos
políticos.
Creo
que ese método de “rectores, colegios, decanos, etc.,” está garrafalmente
errado y debe cambiarse de inmediato.
¿Cómo
llegamos a este punto?
Pues
fue durante el gobierno de Ríos Montt que se sembró la semilla de hacer entes
paralelos a los legítimamente establecidos en el sistema político. Esos entes,
me guste o me disguste, son los partidos políticos con representación en el
CONGRESO. Nada más. Que los electos eligan; para eso fueron electos por medio
del sistema de partidos políticos.
Los
decanos, los rectores, los colegios profesionales, y las señoritas de la línea,
están en el mismo nivel. Nadie los ha elegido a ellos para decidir acerca de,
digamos “Magistrados”, ya que ese modelito se agarró de un sentimiento anti
partidos políticos, pero luego se instauró como “el modelo” de representación
que diluía el poder concentrado en los “partidos”.
Pero
la medicina resultó peor, mucho peor.
(Mientras
escribo estas líneas el Colegio de Abogados y Notarios, CANG, celebra a nivel
nacional la elección de quién los representará en la Comisión de Postulación
para Magistrados del Tribunal Supremo Electoral. ¿A cuenta de qué el Colegio,
el Rector de la Usac, el Decano de Derecho de la Usac, y un representante de la
universidades privadas, deben “elegir” Magistrados?)
El
colega Pedro Trujillo hacía una pregunta punzante y que demuestra el peso de
los “intereses” que se juegan en las benditas “comisiones”: ¿por qué las
“planillas” postulantes en el CANG hacen semejante campaña para llegar a
decidir acerca de los Magistrados del TSE? ¿de dónde sacan tanto dinero para
tan elaboradas campañas? ¿cuáles son sus intereses, o los intereses de quién
representan?
Ese
sistema es un fracaso para la ciudadanía, pero una ganancia tanto para quienes
llegan a postulación, como quienes sales postulados por esas comisiones.
Hasta
han nacido universidades, decían en esa
discusión, con el sólo propósito de participar en las malditas
“comisiones de postulación.”
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