martes, 7 de enero de 2014

Comisiones y mafias

Estuardo Zapeta


               Una de las primeras discusiones en el Noticiero “A Las 8:45” de Canal Antigua acerca del sistemita este de “comisiones de postulación” y el rol de los Colegios Profesionales, Rectores, y Decanos, me pareció no sólo muy inteligente, sino hasta una denuncia de como ese método de meter a “Raymundo y todo el mundo” en la (s)elección de Magistrados, Fiscal General, Contralor General de Cuentas, etc., es realmente una puerta, portón diría yo, a otro tipo de corrupción, de chantajes, y de grupos de interés, mafias, élites, y grupos de presión, que vieron que la fórmula para “meter” a los suyos era por medio del control y designación de quienes “deciden” por los “elegidos” de esos grupos.
               Es un problema de diseño.
               Con base en el argumento que los “partidos políticos” estaban muy “corrompidos” e infiltrados por “intereses oscuros y fácticos”, se recurrió a la virginidad, a la blancura, a la “transparencia” de los Colegios profesionales, Universidades, y Facultades, para que fuesen ellos, en su angelical devenir, quienes eligiesen a los cabezones del aparato estatal.
               Pero ahí está que la niña presuntamente “virgen” salió más puta que los partidos políticos.
               Creo que ese método de “rectores, colegios, decanos, etc.,” está garrafalmente errado y debe cambiarse de inmediato.
               ¿Cómo llegamos a este punto?
               Pues fue durante el gobierno de Ríos Montt que se sembró la semilla de hacer entes paralelos a los legítimamente establecidos en el sistema político. Esos entes, me guste o me disguste, son los partidos políticos con representación en el CONGRESO. Nada más. Que los electos eligan; para eso fueron electos por medio del sistema de partidos políticos.
               Los decanos, los rectores, los colegios profesionales, y las señoritas de la línea, están en el mismo nivel. Nadie los ha elegido a ellos para decidir acerca de, digamos “Magistrados”, ya que ese modelito se agarró de un sentimiento anti partidos políticos, pero luego se instauró como “el modelo” de representación que diluía el poder concentrado en los “partidos”.
               Pero la medicina resultó peor, mucho peor.
               (Mientras escribo estas líneas el Colegio de Abogados y Notarios, CANG, celebra a nivel nacional la elección de quién los representará en la Comisión de Postulación para Magistrados del Tribunal Supremo Electoral. ¿A cuenta de qué el Colegio, el Rector de la Usac, el Decano de Derecho de la Usac, y un representante de la universidades privadas, deben “elegir” Magistrados?)
               El colega Pedro Trujillo hacía una pregunta punzante y que demuestra el peso de los “intereses” que se juegan en las benditas “comisiones”: ¿por qué las “planillas” postulantes en el CANG hacen semejante campaña para llegar a decidir acerca de los Magistrados del TSE? ¿de dónde sacan tanto dinero para tan elaboradas campañas? ¿cuáles son sus intereses, o los intereses de quién representan?
               Ese sistema es un fracaso para la ciudadanía, pero una ganancia tanto para quienes llegan a postulación, como quienes sales postulados por esas comisiones.
               Hasta han nacido universidades, decían en esa  discusión, con el sólo propósito de participar en las malditas “comisiones de postulación.”